Baloncesto

Guía de iniciación al baloncesto para principiantes

El baloncesto es uno de esos deportes que lo tiene todo. Se requiere una dinámica de juego en equipo. Se necesitan talentos y habilidades individualistas. Hay que ser capaz de superar en estrategia al otro equipo, al tiempo que se mantiene el control personal. Cuando las cosas salen bien, el baloncesto puede ser muy divertido.

Cuando salen mal, aumentan las posibilidades de causar o sufrir una lesión.

A nadie le gusta lesionarse. Por eso, esta guía para principiantes sobre cómo iniciarse en el baloncesto puede ayudarte a trazar tu camino hacia el éxito. Estos son los puntos clave que querrás tener en cuenta antes de salir a la cancha.

Ponte el equipo adecuado

Durante mi primer año de baloncesto en la escuela secundaria, se descubrió durante un partido fuera de casa que el encargado del equipo se olvidó de empacar mis pantalones cortos de uniforme. No había ningún repuesto. Acabé jugando 27 minutos con mis vaqueros.

Lo peor. Experiencia. Jamás. No sólo era más difícil moverse por la pista, sino que los vaqueros sudados me rozaban las piernas. Puede que hayamos ganado el partido, pero definitivamente perdí gracias a no tener la ropa adecuada.

O la vez que no tenía una camiseta de entrenamiento, así que me puse una camisa de franela. Un tipo subió a por un rebote, bajó con la mano dentro de mi bolsillo y me hizo trizas la camiseta.

Antes de lanzarte a un partido de recogida o de que tu hijo asista a su primer entrenamiento, es importante que dispongas de la ropa de baloncesto adecuada. La ropa adecuada te ayudará en tu juego. Una equipación incorrecta podría provocar una situación embarazosa, una lesión u otros problemas.

Estos son los elementos clave de la equipación que debes tener en cuenta.

#1. El calzado. Unas buenas zapatillas de baloncesto sujetarán correctamente tu pie y tu tobillo. Puedes comprar zapatillas de ángulo bajo, zapatillas de tobillo medio o zapatillas altas. 

Cada una de ellas tiene un nivel creciente de sujeción del tobillo. Las zapatillas deben ser lo suficientemente ajustadas para dar soporte, pero si son demasiado ajustadas, podrías terminar rompiendo uno de los huesos metatarsianos del pie mientras corres por la cancha.

Las mejores zapatillas suelen tener una parte superior de cuero, pero algunas opciones sintéticas y de malla híbrida son igual de buenas por un precio más barato. Es importante que los cordones sean seguros y que las suelas sean antideslizantes y no dejen marcas.

Algunas zapatillas de baloncesto tienen esas “burbujas de aire” o “muelles” en las suelas que se supone que dan más impulso. He comprobado que algunas son extremadamente útiles y otras simplemente se rompen después de un par de entrenamientos. Como cada pie es un poco diferente, querrás considerar todas tus opciones aquí.

#2. Pantalones cortos. El baloncesto es un juego aeróbico. Vas a correr mucho. Vas a saltar mucho. Esto significa que vas a sudar mucho. Ahora bien, no necesitas esos pantalones cortos de generaciones pasadas para estar cómodo, pero el mejor par de pantalones cortos de baloncesto tampoco debe parecer un par de capris. 

Deben llegarte a la rodilla, ser compatibles con cualquier aparato ortopédico que tengas que llevar y mantenerse en la cintura.

Confía en mí. Si subes a por un rebote mientras alguien te tira del pantalón, agradecerás tener un par seguro.

#3. Equipamiento. Necesitarás un buen balón de baloncesto para poder practicar. Si quieres trabajar en tus habilidades de tiro y no hay un gimnasio local, entonces un aro de baloncesto, ya sea permanente o portátil, será útil. 

Si tienes que llevar unos cuantos balones de baloncesto a un entrenamiento, es bueno tener una bolsa para el equipo y una bolsa de lona para tu ropa y equipo diverso.

#4. Soporte para las articulaciones. Había un tipo al que yo llamaba “Big Hairy” en mis días de universidad que jugaba en nuestra escuela rival. Su cola de caballo le llegaba a la cintura. 

Su barba le llegaba hasta el pecho. Tenía tanto pelo en el pecho que literalmente se le salía de la camiseta por la axila, como si tuviera una cola de caballo de pelo en el pecho. También era casi 30 centímetros más alto que yo. Me acerqué a coger un rebote, él entró por debajo de mí, y pum – rodilla torcida